TEMPORADA 1
Cuéntame cómo pasó
Capítulo 1
- Y yo
seguí creciendo , sin darme cuenta de que se estaba acabando un mundo, y empezaba otro.
Capítulo 2
- Pero lo
que mas recuerdo es la emoción que sentí, pero como decía mi
madre, un día es un día, y alguna alegría tenia que darse en esos días, en
que todo era trabajar para llegar malamente a final de mes.
Capítulo 3
- Aún que
por mucho que nos castigara Venancio, nunca llegamos a arrepentirnos.
Capítulo 4
- Y me
pregunto si hemos perdido la memoria. Me pregunto si estamos tan orgullosos de
quienes somos que se nos ha olvidado de quienes fuimos.
Capítulo 5
- Mis padres crecieron en un país bajo la dictadura, en un país destruido, conocieron el hambre y la miseria se pasaron la vida luchando, para que sus hijos tuvieran un futuro mejor, gracias a ellos mi generación ha sido mas libre aunque no se si mas feliz.
Mis padres supieron
encontrar la felicidad en una vida de sacrificio, tuvieron una boda triste, sin
celebraciones, sin banquete, sin luna de miel, pero siguieron unidos toda la
vida, los veo como si fuera ahora bailando esa noche de otoño del 1968, celebrando
un amor que había superado todos los obstáculos.
Capítulo 6
- Me habían enseñado que en el mundo existían 5 razas.
- Me quedaría así siempre,
¿Cuándo te vas? - esta madrugada, pero lo que importa son los recuerdos, y te
voy a recordar siempre.
-Y yo a ti toda la vida.
+ Yo si te voy a
recordar a ti, como esa cosa maravillosa que pasa por la vida y se te escapan.
Capítulo 7
- Lo que no se les quitó nunca fue el temor. Mis padres habían vivido siempre asustados querían proteger a sus hijos porque pertenecían de una generación que había crecido con mucha angustia y pocas ilusiones, la gente de mi edad tuvo más suerte crecimos en una España que empezaba a perder el miedo y a recobrar la esperanza.Capítulo 8
Mi padre como muchos españoles estaba acostumbrado a mirar a otra parte atemorizado por el fantasma de la guerra como de la que ya había conocido, ese otoño mi padre empezó a comprender, que algo irrevocable estaba ocurriendo en este país y que ya no podría seguir con los ojos cerrados.Capítulo 11
Cuando era pequeño
estaba convencido de que mi padre era el hombre mas sabio de la tierra no solo
tenia todas las respuestas, si no que además las decía con una autoridad que ni
mis maestros. Tener un padre así era un lujo.
Pues claro que si,
por las buenas o por las malas. Don Severiano había despertado en mi el
sentimiento patriótico. Los ingleses aun no lo sabían pero iban a enfrentarse
al enemigo mas peligroso de su historia Carlos Alcántara les había declarado la
guerra.
Ahí termino mi breve
campaña contra los ingleses, los planes para atacar el peñón quedaron en el
olvido y poco a poco fui perdiendo el interés en la lucha contra el
imperialismo. Sin embargo nuestros esfuerzos compatrioticos no habían sido en
vano durante un tiempo mis amigos y yo fuimos la pandilla mas temida del
barrio. Al fin y al cabo éramos enemigos públicos carne de presidio forjados
peligrosos fichados por la policía.
Capitulo 12
Como cada año nuestros sueños estaban en
manos de los niños del colegio San Ildefonso. Claro que en 1968 los sueños
de una familia modesta no eran tan ambiciosos como los de ahora, ni se nos
ocurría soñar con playas tropicales ni segundas viviendas ni terceros
coches no hubiéramos conformado con una buena mariscada, con un 600 para
salir de excursión los domingos o con realizar nuestra máxima ambición. Un
viaje a Benidorm para ver el mar.
La iglesia ya nos había
advertido repetidamente de los peligros que implicaba el baile, pero
aquello francamente me parecía excesivo. Ahora resultaba que por bailar,
te podían caer nada más y nada menos que 20 años de cárcel. La
inconsciencia de mis hermanos era inaudita, yo por mi parte decidí que en
ese momento me lo pensaría mucho antes de marcarme un vals.
A mí la verdad es que no me afectó demasiado que nos quedáramos sin premio de lotería. Al fín y al cabo no hacia falta una fortuna
para comprar, tebeos, cromos para el resto de mi familia en cambio la estafa significó regresar a la cruda realidad.
Capitulo 13
A finales de los años 60 no
había navidad sin Rafael, y no había Rafael sin bronca familiar, cada vez
que aparecía en la televisión mis padres y mi abuela suspiraban, y mis
hermanos mayores se revelaban. Aun que ahora me cuesta admitir debo
confesar que me encantaba Rafael, y no concebía una navidades sin el
tamborilero con música de fondo.
Para irritación de mi padre
el aguinaldo era una de las pocas tradiciones navideñas que se resistían.
Lo peor es que a los innumerables aguinaldos que había que repartir se
sumaba ahora la petición de una iglesia cada vez mas concienciada y eso sin contar todos
los gastos extraordinarios de esos días.
Mis padres cada vez que llegaba
noche buena ya se ponían a temblar pensando en la cuesta de Enero que se
les avecinaba.
Yo no sabia que quería decir
la palabra divorcio , ni entendía por que el tío Miguel había venido de
Francia sin traer a mi prima Frensua, que por cierto era guapísima. Parece
que en vez de traer a Frensua se había traído una novia a la que mi madre
debía conocer muy bien porque no paraba de llamarle querida.
Mucho antes de que los
ecologistas empezaran a preocuparse de nuestra fauna. Yo ya estaba
jugándome la vida en defensa de los animales. Para mayor orgullo esta vez
mi astucia ya había conseguido
derrotar la gula de mis mayores. Estaba seguro de que Moisés estaría
oculto entre los matorrales.
capítulo 14
Como todos los años
y como todos los niños, llevaba semanas pensando en la noche de reyes y en los
regalos que me iba a pedir. Mi padre me había advertido que de los reyes no se
podía abusar y mi madre que lo que pidiera tenia que caber en el armario de mi
cuarto. Por si fuera poco con la tele en casa y tanto anuncio de juguetes
redactar mi carta a sus majestades se estaba volviendo en una misión imposible.
A mi lo único que me
preocupaba en aquel momento era saber si los reyes se habían salvado si con su
magia habían vencido los grises. Verdaderamente al verlos subidos en sus
camellos echando caramelos y sonriendo a todo el mundo comprendí que contra
ellos nadie podía hacer nada ni siquiera el mismísimo Franco.
Y es que aunque les
costara creerlo, a "Desi" y a mi padre estábamos ya en el año 69 y
los reyes magos no podían ser menos y también se modernizaron no iban a estar
toda la vida yendo en camello con lo incomodo que debía ser eso ahora se desplazaban
en camines de ultimo modelo capaces de recorrer miles y miles de kilómetros en
muy poco tiempo.
A Mi padre debió
sorprenderle que apenas hiciera caso a los juguetes que me habían traído y sin
embargo echar en falta precisamente lo que no me habían puesto, pero de todos
modos con badelman o sin el , lo cierto es que incluso en aquel humilde barrio
de mi infancia , eran mucho más generosos con nosotros de lo que lo habían sido con ellos , coches eléctricos,
muñecas que hablaban, futbolines en miniatura ,eran otros juguetes más caros y
también más lujosos ,pero seguramente no tan valiosos ,como aquel viejo reloj ,
que a mí padre le había regalado el suyo , sin embargo yo en aquel momento solo
tenía una preocupación, que había pasado con mi badelman , les habría sentado
mal el champagne, se habían extraviado nuestras cartas , tendría razón Josete,
y seria verdad que los reyes Magos no eran otra cosa que un ensueño
Abel nos había
mentido , claro que los reyes magos existían ,faltaría mas , tenían 2000 años
,viajaban a la velocidad de la luz , y podían leer en una noche todas las
cartas que les habían escrito todos los niños del mundo. Hoy a pesar de los
años transcurridos, sigo esperando su visita , igual que ayer con idéntica
emoción, y es que como decía mi abuela ,aunque el mundo sea cada vez más
materialista, los reyes magos siempre, acabarán apareciéndose en los seres que
creen en ellos.
capitulo 15
Yo no se por que
discutían tanto mi padre y mi hermano a mi lo del estado no me preocupaba en
absoluto si me daba cuenta de que había mucho revuelo en el país pero estaba
seguro que la intervención divina lo iba a solucionar todo. Para algo se había
aparecido la virgen el Palmar de Troya.
Cuando Teodoro se
presento en casa de sopetón, a mis padres y a mi abuela se les despertaron de
repente mil recuerdos que habían intentado olvidar años después comprendí que el pasado siempre
acaba llamando a tu puerta. La verdad es que no entendí mucho de lo que
hablaban pero recuerdo como me fascinaba Teodoro. Es verdad que sus ronquidos
superaban a los de mi abuela a pesar de eso lo veía como una figura novelesca,
una especie de Conde de Montecristo enterrado en vida sin haber cometido crimen
alguno. Me costo años entender que Teodoro era una figura bien real otra
victima de la tormenta de odio y violencia que habían vivido mis abuelos.
La lección de
historia de Toni me había aclarado las ideas, ahora entendía por que Franco era
el mejor general del mundo no solo había vencido en España si no que también
había derrotado a los moros y se disponía a merendarse a los chinos. No era de
esperar que los enemigos como Teodoro se pasaran la vida escondidos.
Teodoro nos devolvió nuestro pasado y gracias
a él y la tenacidad de mi abuela, mis hermanos y yo empezamos a conocer la
verdadera historia de nuestra familia. Esa historia de la que nuestros padres
nunca querían hablar. Los españoles tenemos un pasado amargo pero no por eso
podemos olvidarlo. Porque como decía mi abuela, el que no sabe lo que ha sido,
no sabe lo que es.
Capitulo 16
Yo estaba casi
seguro de que a Maika le gustaba pero cuando la vi sacarme la lengua y mirarme
con tanto asco, comprendí que se había enamorado perdidamente de mi de manera
que desde ese instante ya no hice otra cosa que planear el mejor modo de
decirle que también la quería.
Al verla mirarme yo no tuve dudas, Maika y yo
estábamos hechos el uno para el otro. Ahora solo quedaba un problema encontrar
el modo de verla a solas aunque por mucho que pensé el mejor modo de hacerlo no
conseguí dar con un plan de ataque. Esa tarde entendí que no hay nada difícil
como decirle a una mujer que la quieres sin hacer el ridículo.
Yo no comprendía
como podía ser eso de la policía tirase a alguien por la ventana pero i hermano
lo decía con tanta seguridad que durante mucho tiempo cada vez que veía a un
gris por la calle, ya me lo imaginaba tirando al primero que le llevara la
contraria. Por eso cuando mi padre discutía con Toni aconsejándole que no se
metiera en líos de política yo suponía que quería decirle que por si las moscas
nunca se acercase a un ventanal.
Pero en 1969 la
muerte de aquel estudiante de 20 años hizo que mi hermano se radicalizara aun
mas
Y que mi padre
pensara que quizá en alguna de sus
criticas, tenia razón.
Aquel invierno del
1969 lo recordare no solo por el terremoto o el estado de excepción sino por
que constituyo el primer fracaso amoroso y el gran éxito de mi hermano pero los
que realmente vivieron una segunda luna de miel fueron mis padres, que no paraban
de sonreírse y darse besos como si de repente hubieran descubierto una vez mas,
que se querían infinitamente o como se decía entonces, con locura
Capitulo 17
La fugaz carrera del
trio los invasores concluyo esa misma noche después de haber sido derrotados
por una niña ya no nos quedaron ánimos para seguir dedicándonos por la canción
y la música española perdió a tres grandes promesa.
Había sido solo un
sueño estaba claro que los hombres no teníamos la mas mínima oportunidad de
ganar nada, no es que yo estuviera en contra de la igualdad de los sexos. Pero
el dominio que ejercían las mujeres en mi vida me estaba empezando a parecer
excesivo.
Ahora resultaba que
el padre de Marta era un jefazo. Mi familia se quedo boquiabierta pero a mi no
me impresiono en aquel momento no sabia que era ser un subsecretario ni se me
ocurría que pudiera ser un rango mas alto que el de mi padre.
En el fondo mi padre
era un soñador había llegado a creer que se habían derrumbado las barreras
sociales que ya no existían las clases y hasta podía llegarse a entender con su
jefe. Hacia olvidado que la España de 1969 aun era un país dividido un país de
vencedores y vencidos
Capitulo 18
montar en avión en 1969 para la mayoría de los
españoles era algo así como vivir en una gran aventura , un sueño. Pero si
además era para irte al extranjero, adquiría un sabor épico. Y es que en aquel
entonces la mayoría solo conocíamos el extranjero en el NODO y la televisión.
La noticia de que en
Londres iban descalzos cayo como una bomba. Los ingleses nos habían quitado
Gibraltar pero ahí estaban, descalzos. Franco tenia razón cuando se defendía de
los contubernios
Afirmando que este
era el mejor país y mas feliz del mundo, no teníamos libertad pero si zapatos.
Que triunfo aun me
acuerdo como si fuera ayer, fue mi primera batalla ganada, pero fue también la
primera vez que comprendí que cuando se trata de luchar por el amor de una
mujer hasta los golpes bajos están permitidos y las maniobras mas traicioneras
están justificadas.
De tanto oírlo
repetir todos terminamos por creer que nada había bajo el sol mas maravilloso
de España. I de pronto iba Inés, se marchaba a Londres y que prefería el
extranjero, que le gustaba mas aquello sobre todo algo que repetía mas de media
docena de veces LIBERTAD, y yo al escuchar que nos decía en esas letras solo
veía a mis padres y a mi abuela tan tristes, que pensé que si había algo malo
en el mundo eso era el extranjero especialmente Londres. Por mucho que tuvieran
a los Beatles ellos tendrían esos escarabajos peludos, pero nosotros teníamos a
Juanito Valderrama y Dolores Abril, sol , y semana santa con torrijas y mil
cosas mas que nos hacían diferentes.
Capítulo 19
Don Severiano estaba
furioso, yo ya sabia que en el 69 llevar un pecho al aire no estaba bien visto
pero a que venia esa furia? Contra esa pobre mujer. ¿Qué habría hecho esa pobre
mujer para que don Severiano le tuviera tanta manía?
Había nacido la voz
del barrio, un periódico plural aun que era yo el que mandaba libre, al menos
hasta esa noche y nada pero nada sensacional de la lista. Estábamos al servicio
del pueblo y listos para anunciar las injusticias se iba a enterar don Severiano
de quien era la republica.
Desgraciadamente no
hubo manifestación ni pancarta contra Severiano ni lanzamiento de huevos contra
el colegio. La censura había ganado una batalla y todavía vencería algunas mas
en nuestro país. Aquella cosa que se llamaba libertad y de la que no dejaba de
hablar mi hermana Inés en Londres empezaba asomarse tímidamente por el norte.
Como en otras
ocasiones mis padres se veían obligados una vez mas a adaptarse a la carrera un
realidad que cambiaba mas rápido que lo que ellos deseaban. Mi padre tubo que
tragarse su orgullo y resignarse a ver como su hija se quedaba en Londres, su
Inés había desafiado su autoridad. Para nosotros Londres seguía siendo la
ciudad llena de melenudos y discotecas psicodélicas. Pero en la vida de mi
hermana aquella ciudad iba a significar un antes y un después tras el cual nada
volvería a ser lo mismo.
Capítulo 20
Otro año mas llegaba
la semana santa, y aun que para nosotros era un tiempo de vacaciones ya
sabíamos que nos esperaba dos días de tremendo aburrimiento. Y es que en 1969
el Jueves y Viernes santo no eran fechas como hoy que se aprovechan para salir
de la ciudad y disfrutar de la playa, si no tiempo de recogimiento, tiempo de
potaje de bacalao de saetas y torrijas.
Era durísimo pero no
podíamos caer en las tentaciones y menos
sucumbir a los encantos de las chicas por eso y por mucho que nos doliera
decidimos imitar a los cristianos primitivos y si no morir devorados por los leones
al menos si contribuir al dolor que embargaba al país aceptando con espíritu
cristiano el aburrimiento que iba a caernos encima como una losa, y eso que el
luto terminaba el sábado.
Resulta que mis
padres estaban en pecado mortal y eso me angustio más que otra cosa porque ya
les veía en el infierno ardiendo eternamente y todo por besarse en jueves
santos cuando podían aguantarse las ganas.
capítulo 21
Mi hermana Inés al
fin había vuelto de Londres además de un montón de ideas se trajo la maleta
llena de minifaldas unas telitas que enseguida iban a ser motivos de quebradero
de cabeza para mi familia y los vecinos del barrio.
Esos días teníamos
que defender el honor de los Alcántara las minifaldas de Inés iban a manchar el
nombre de mi familia, y yo acababa de recibir la peor humillación de mi corta
vida y teníamos que demostrarle al barrio que con los Alcántara no se juega ahora
será una tontearía pero en 1969 la ombría y el honor aun importaba.
A mi me traían sin
cuidado los problemas de mi hermana porque la verdad es que no me parecía bien
que tuviera un novio ingles. Lo que de verdad me obsesionaba era la humillación
que acabábamos de sentir nos habían quitado nuestro camión y a nuestras chicas
pero ya estábamos planeando nuestra venganza terrible.
Todos tenemos algún
momento glorioso con nuestras vidas. El mío fue la victoria sobre Abel,
habíamos recuperado nuestro honor, nuestro camión y nuestras chicas. Durante la
siguiente semana viví un momento de euforia sin darme cuenta de que mi familia
estaba sumida en la angustia.
Abuelos, ni el mejor
golpe de boxeo habrían dejado noqueados a mis padres y yo sin enterarme de
nada. Mis padres se debatían entre ilusión y la vergüenza. La ilusión de una
nueva vida y la vergüenza que aun suponía en aquella época el embarazo de una
soltera. De repente todo parecía
volverse del revés todas las ilusiones por tener hijo universitario se
habían esfumado por un instante. Toni estaba a punto de convertirse en un
respetable cabeza de familia tan respetable y tan don nadie como mi padre, Mi
pobre hermano terminaría como todos en el barrio con dos empleos para poder
llegar a fin de mes cargado de hijos y
con la ilusión de que les toque la quiniela y mandar a paseo al jefe.
Capítulo 22
Lo que me faltaba ahora resulta de que mi
hermana estaba embarazada aun que no me extraño mucho la noticia. Porque ya
sabia que las mujeres solo pensaban en bodas y tener hijos.
Con razón los de
bonanza estaban siempre tan contentos como no tenían a nadie a quien embarazar.
Aun que mis padres
no tomaran en serio mis amenazas yo estaba decidido a abandonar el hogar a
pesar de mi tierna edad había visto lo que me esperaba y no estaba dispuesto a
correr la misma suerte que mis hermanos. A Inés y a Toni les aguardaba un
futuro terrible, el matrimonio a mi me esperaban las carreras de Bonanza y la
libertad.
Capitulo 23
Por fin ya sabia en
qué consistía el problema. En una cosa que se llamaba ovulo y en otra con
nombre de detergente, espermatozoide. Pero lo que si recuerdo en que consistía
aquellas definiciones, me dejaron como estaba, en ascuas y que por muchas
vueltas que le daba no conseguía imaginar que tenían que ver aquellas palabras
tan extrañas con los besos y mucho menos, con los hijos.
Nadie me hacia caso,
cada día me convertía mas en un cero a la izquierda, y si yo lo sentía por
alguien no era por mi, si no por mi hijo, que, en cuanto entendiera un poco se
daría cuenta de que su padre, o sea, yo, pintaba menos que nada en la casa de los
Alcántara.
Dios aprieta pero no
ahoga, yo no había cogido la sortija por robársela, si no porque había oído que
las embarazadas tienen antojos y mi obligación era hacer feliz a la futura
madre de mis hijos. Pero Maika no estaba embarazada y yo no tendría ningún hijo
por mucho que dijera la enciclopedia todo lo contrario.
Capítulo 24
De repente la
policía había invadido nuestra casa, nuestras vidas revolviéndolo todo,
sacándonos de la cama y dejándonos un triste recado. Mi hermano estaba
detenido. A través de la pared de mi cuarto me llegaban las voces de mi madre
de mi abuela y de mi hermana, asustadas, aun impactadas y sin acabar de creerse
lo que ocurría. Aquella primavera del 1969 empecé a saber de verdad lo que era
el miedo.
Estaba claro que
vistos mis antecedentes familiares revolucionarios los profesores habían optado
por evitar que aquella mancha salpicara la reputación del colegio. De nada
serbia mi tercer puesto en el concurso de catecismo a partir de ahora mi vida
estaba condenada al ostracismo.
Con Luis fuera de
juego y Josete mas preocupado por ir al baño que por su carrera de delincuente
empecé a pensar que mi plan perfecto estaba condenado al fracaso pero no podía
fallarle a Toni.
Aun tenia el collar
y la voluntad de no dejarle en la estacada.
Cuando yo era niño
un amigo era mas que aquel chico con el que echabas la tarde jugando a las
chapas, decir amigo era hablar de compañero, de socio, de hermano. De nada
serbia que frieran a collejas a Josete por salir conmigo o que a Luis le
abroncaran por romper las gafas mis amigos siempre estaban a mi lado. Eran
tiempos en los que a las palabras amistad, solidaridad y compañerismo, aun
tenían sentido entre nosotros.
Yo me imaginaba a mi
hermano andrajoso como el Conde de Montecristo y no es que Toni y yo fuéramos
la pareja perfecta la mitad de rato la pasábamos peleándonos y la otra
ignorándonos. Sin embargo aquella noche sin Toni sin su "duérmete,
enano" empecé a sentir su ausencia.
Toni nuestro Toni,
estaba por fin con nosotros habían sido solo 48 horas de angustia las que todos
habíamos vivido con el corazón en un puño mi hermano estaba por fin con
nosotros, saco y salvo. Pero no todos tuvieron esa suerte muchos otros
demócratas y luchadores de la libertad pasaron largos años alejados de los
suyos por el único delito de pensar diferente.
Capítulo 25
Estaba claro de que
mis padres se habían equivocado con Toni y conmigo queriendo que estudiáramos
por que quería yo saber la lista de los reyes godos y la tabla del 9 cuando
había un montón de millones esperándonos en los toros, en aquel momento ya supe
que quería ser torero.
En aquellos tiempos
muchos barrios tenían su vaquería un lugar lleno de vacas lecheras. Vacas que
eran sacadas para dar un paseo una vez al día procedidas por el sonido de los
cencerros, pero a nosotros aquellas cornúpetas inofensivas nos parecieron vitorinos.
Esa tarde comprendí que para ser un torero no solo hacia falta valor, había que
estar completamente loco.
Después de tantas
idas y venidas con bodas que no se celebraban el asunto se resolvió del modo
mas inesperado para todos Marta había perdido al niño. Seguramente mas de uno
sintió alivio con la noticia yo me
entere esa misma noche cuando mi madre se lo dijo a mi abuela con los ojos
enrojecidos. Sin embargo no entendí ni como ni donde podía haberlo perdido y
sobre todo no entendí por que no lo buscaban en vez de llorar pero el caso es
que ya no iba a ser tío.
Capítulo 26
A mis hermanos que
Franco tuviera el brazo de una monja muerta hacia mas de 3 siglos les daba
risa, pero a mi me producía escalofríos de solo pensarlo.
Años después me
entere que guardar reliquias y huesos de muerto
no era afición del generalísimo y si no que le pregunten a los rusos que
en plena Plaza Roja tenían a la momia del mismísimo Lenin.
Los que tienen
abuela, no saben lo que tienen a pesar de que repitan mucho las cosas y se
pongan pesadas no fue aquella la primera vez que mi abuela me echo una mano, ni
la ultima unas veces ocultando mis barrabasadas y otras como aquella noche
cenando dos veces tortilla para que mi padre no me la hiciera comer a la
fuerza.
En aquel tiempo no
podía ni imaginarme que un libro de familia fuera tan importante, pero es que
entonces era una especie de salvoconducto para aquellas parejas que querían
pernoctar en un hotel, en un hostal o hasta en un hostal de mala muerte. Y es
que en primavera de 1969 en los días en que las huelgas empezaban a llenar el
paisaje y la moral y las buenas costumbres estaban hasta en la sopa, mas de una
pareja de recién casados vio truncada su primera noche precisamente por haberse
olvidado el dichoso libro de familia para que luego se diga que cualquier
tiempo pasado era mejor.
Capítulo 27
Cuando yo era
pequeño no existían los juegos electrónicos ni Iinternet, aunque les parezca
mentira podíamos vivir sin teléfonos móviles ni ordenadores y tan solo un canal
de TV. Pero los niños de los 60 teníamos un lujo que no tienen los de ahora,
grandes espacios para jugar al aire libre. En las ciudades aun quedaban
descampados para cazar lagartijas, jugar a las chapas y a las canicas, para
imaginar y construir nuestro propio mundo.
Ahora que somos tan
europeos y liberales tener un novio extranjero se lleva con mas naturalidad
pero en aquella época era un problema grave y si encima el novio pedía en la
calle tocando la guitarra el problema se convertía en una tragedia.
Habíamos ganado una
batalla pero la guerra contra los constructores estaba perdida. Pocos años mas
tardes nadie sabe como, nuestro descampado dejo de ser zona verde y se
convirtió en un gran bloque de viviendas, ahora los niños de mi barrio juegan
en un diminuto patio de cemento bajo el que están sepultadas mis chapas, mis
peonzas y mis canicas, todos los juegos y todos los sueños de mi infancia.
Capítulo 28
Cuando yo era niño
los abuelos eran una parte esencial de nuestras vidas. Cuidar de nuestros
mayores aun se consideraba un deber, pero en los años 60 todo empezó a cambiar.
El país crecía, las viviendas se encogían y todos nos hacíamos un poco mas
egoístas los viejos estaban empezando a sobrar.
Mi abuela podía
disimular todo lo que quisiera pero yo sabia perfectamente los oscuros motivos
que se ocultaban tras su nuevo peinado, ella como si nada haciendo ver que era
la abuela hogareña y bonachona como siempre. Yo estaba empezando a sospechar
que todas las mujeres eran iguales.
En los años 60 las
familias españolas empezaron a deshacerse de sus mayores muchos no pudieron
adaptarse a la soledad del asilo, otros supieron iniciar una nueva vida. Yo
tuve la suerte de tener una abuela en casa, una abuela que me ayudo a crecer me
enseñó a vivir y me demostró que nunca es tarde para bailar.
Capítulo 29
En aquella primavera
a todo el barrio le pilló por sorpresa el famoso crimen de la tinaja, yo solo
había visto muertos en las películas. Pero de repente en nuestro descampado
aparecía uno, y encima metido en una tinaja y eso si que nos puso los pelos de punta
porque una cosa es verlo en una película y otra sospechar que teníamos a uno en
el barrio. Por eso mis amigos y yo nos propusimos a encontrar al asesino antes
de que se cargase a otro.
Conseguir pasaporte
no era moco de pavo en 1969 había que presentar un montón de papeles y al final
si te lo daban te ponían un sello que decía: "Prohibido para viajar a
Rusia y países satélites" y yo durante mucho tiempo pensé que los países satélites
estaban en la Luna o en Marte.
Por mucho que
dijeran a mi aquel asesino se me parecía a Mike era calcado por eso no había
venido a dormir porque seguramente se había pasado la noche matando personas
metiéndolas en tinajas lo único que nos faltaba. Inés enamorada de un autentico
asesino ingles, desde ese momento el novio de mi hermana se convirtió en el
principal sospechoso.
Aquello no lo
entendí bien, pero lo que si entendí es que si te detenían, te la habías
cargado. Y es que en 1969, con pruebas o sin ellas, si la policía te encerraba
ya no te quitabas el sambenito de asesino en la vida por muy inocente que
fueras.
Cervan y todos los demás finalmente pudieron
demostrar que su relación con el crimen de la tinaja se limitaba a la necesidad
de sofocar los rigores de calor. El tiempo fue pasando sin que ni nosotros, ni
la policía a pesar de que el redimen dijera que era la mejor del mundo diera
pie con bola. Y ese fue un caso de los mas sonados de entonces porque aun hoy
muchos años después sigue siendo eso un misterio.
Capítulo 30
A veces el que me
mareaba era el propio don Severiano. Ahora resultaba que los rusos nos querían
matar a base de guerras frías y los americanos que nos habían robado Cuba y las
Filipinas eran los buenos al final iba a resultar que el que tenia razón era mi
hermano.
En casa siempre
decíamos que Toni era el cabezón de la familia pero hasta ahora había librado
de pequeñas batallas comparadas con la que le venia. Una guerra sucia y
desigual.
Como a mi hermano le
habían lavado el cerebro en la universidad no se daba cuenta de la amenaza que
se cernía sobre la humanidad.
30 años después de
que se acabara la guerra, aun se encontraban bombas en lo que había sido el
frente de batalla. Vestigios de una guerra que recordaba la barbarie y la
sinrazón y las armas, aquel sueño borró de golpe mis deseo infantiles de
convertirme en soldado o morir por la Patria.
Mi hermano sólo
aprobó romano tras agotar todas las convocatorias y con un tribunal especial.
Fue una venganza meditada pero de todos modos la inquina de un profesor se
borra con los años. En el recuerdo queda la gloriosa mañana en que don Leopoldo
prócer del redimen y catedrático de romano, subió a un coche adornado con todos
los colores del arco-iris.
Capítulo 31
En el verano de 1969
todas nuestras miradas buscaban un punto perdido en el firmamento a 384.400
kilómetros de la Tierra. En algún lugar de la infinidad espacial 3 hombres
viajaban de camino a la Luna embutidos en una pequeña lata de sardinas llamada,
Apolo XI. El mundo entero desde Nueva York a Karachi, pasando por nuestro
barrio se sentían cerca aquellos astronautas que iban a ser los primeros en
pisar la Luna. Ese verano del 1969 íbamos a ser testigos del gran
acontecimiento de la historia de la humanidad.
No había caído en la
cuenta que hasta los objetos mas horribles cuando desaparecen terminan siendo
echados en falta por las abuelas. Mi abuela para los jarrones por horrible que
fueran tenia memoria de elefante.
En unos días en que España lo más que podía
pasar era que el Real Madrid ganara la copa o que el Caudillo había vuelto a
pescar un atún gigantesco. Nosotros mirábamos embobados a aquellos astronautas
con la boca abierta casi con ganas de llorar ahí estaban caminando despacito
nada menos que por la Luna a cientos de miles de kilómetros de la Tierra, fue
un día que no olvidare jamás.
Capítulo 32
Los astronautas
regresaron de la Luna después del viaje mas sonado de la historia. Mientras los
Alcántara íbamos a emprender otra aventura. Hay que reconocer que nuestras
primeras vacaciones en la playa no iban a significar un avance para la
humanidad, pero para nosotros era un sueño echo realidad. Al fin, íbamos a
conocer el mar.
Eso eran despedidas
y no las de ahora, hoy que somos los que se llama ciudadanos de un país
desarrollado no paramos de hacer turismo y cuanto mas exótico mejor. Visitar la
selva de Borneo o el desierto del Gobi sin toparse con turistas españoles es practicante imposible, pero en aquella
época pasarse las vacaciones en Benidorm ya era todo un acontecimiento que
despertaba la admiración y la envidia de todo el barrio.
La verdad es que en
ese momento muy pocos españoles hubieran apostado por el futuro de la
monarquía. Mi hermano y tantos otros lo veían como un anacronismo, ni siquiera
mis padres estaban convencidos de que la Corona pudiera darnos un futuro
estable después del franquismo. Ese 22 de Julio de 1969, ni el mas optimista
hubiera pronosticado que la democracia se consolidaría bajo la monarquía que
Juan Carlos I nos iba a sacar de más de un aprieto.
Cuando quiero
recordar momentos felices de mi infancia, miro las fotos de mi familia sentada
alrededor de esa primera paella junto al mar, habíamos cumplido un sueño, es
verdad que el futuro era incierto y que
mi familia seguía dividida entre los miedos de mis padres y los anhelos de mis
hermanos, pero esa tarde de verano atiborrados de arroz y de felicidad el
futuro nos parecía muy lejano.
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