miércoles, 18 de marzo de 2020

Temporada 1

  TEMPORADA 1 

Cuéntame cómo pasó 


 Capítulo 1  

 

- Y yo seguí creciendo , sin darme cuenta de que se estaba acabando un mundo, y empezaba otro.


Capítulo 2 

- Pero lo que mas recuerdo es la emoción que sentí, pero como decía mi madre, un día es un día, y alguna alegría tenia que darse en esos días, en que todo era trabajar para llegar malamente a final de mes.

Capítulo 3 

- Aún que por mucho que nos castigara Venancio, nunca llegamos a arrepentirnos.

Capítulo 4 

- Y me pregunto si hemos perdido la memoria. Me pregunto si estamos tan orgullosos de quienes somos que se nos ha olvidado de quienes fuimos.

Capítulo 5 

- Mis padres crecieron en un país bajo la dictadura, en un país destruido, conocieron el hambre y la miseria se pasaron la vida luchando, para que sus hijos tuvieran un futuro mejor, gracias a ellos mi generación ha sido mas libre aunque no se si mas feliz.
Mis padres supieron encontrar la felicidad en una vida de sacrificio, tuvieron una boda triste, sin celebraciones, sin banquete, sin luna de miel, pero siguieron unidos toda la vida, los veo como si fuera ahora bailando esa noche de otoño del 1968, celebrando un amor que había superado todos los obstáculos.

Capítulo 6 

- Me habían enseñado que en el mundo existían 5 razas.
- Me quedaría así siempre, ¿Cuándo te vas? - esta madrugada, pero lo que importa son los recuerdos, y te voy a recordar siempre.
 -Y  yo a ti toda la vida.
+ Yo si te voy a recordar a ti, como esa cosa maravillosa que pasa por la vida y se te escapan.

Capítulo 7

- Lo que no se les quitó nunca fue el temor. Mis padres habían vivido siempre asustados querían proteger a sus hijos porque pertenecían de una generación que había crecido con mucha angustia y pocas ilusiones, la gente de mi edad tuvo más suerte crecimos en una España que empezaba a perder el miedo y a recobrar la esperanza.

Capítulo 8

Mi padre como muchos españoles estaba acostumbrado a mirar a otra parte atemorizado por el fantasma de la guerra como de la que ya había conocido, ese otoño mi padre empezó a comprender, que algo irrevocable estaba ocurriendo en este país y que ya no podría seguir con los ojos cerrados.

Capítulo 11

Cuando era pequeño estaba convencido de que mi padre era el hombre mas sabio de la tierra no solo tenia todas las respuestas, si no que además las decía con una autoridad que ni mis maestros. Tener un padre así era un lujo.
Pues claro que si, por las buenas o por las malas. Don Severiano había despertado en mi el sentimiento patriótico. Los ingleses aun no lo sabían pero iban a enfrentarse al enemigo mas peligroso de su historia Carlos Alcántara les había declarado la guerra.


Ahí termino mi breve campaña contra los ingleses, los planes para atacar el peñón quedaron en el olvido y poco a poco fui perdiendo el interés en la lucha contra el imperialismo. Sin embargo nuestros esfuerzos compatrioticos no habían sido en vano durante un tiempo mis amigos y yo fuimos la pandilla mas temida del barrio. Al fin y al cabo éramos enemigos públicos carne de presidio forjados peligrosos fichados por la policía. 


Capitulo 12

 Como cada año nuestros sueños estaban en manos de los niños del colegio San Ildefonso. Claro que en 1968 los sueños de una familia modesta no eran tan ambiciosos como los de ahora, ni se nos ocurría soñar con playas tropicales ni segundas viviendas ni terceros coches no hubiéramos conformado con una buena mariscada, con un 600 para salir de excursión los domingos o con realizar nuestra máxima ambición. Un viaje a Benidorm para ver el mar.
 La iglesia ya nos había advertido repetidamente de los peligros que implicaba el baile, pero aquello francamente me parecía excesivo. Ahora resultaba que por bailar, te podían caer nada más y nada menos que 20 años de cárcel. La inconsciencia de mis hermanos era inaudita, yo por mi parte decidí que en ese momento me lo pensaría mucho antes de marcarme un vals.

                  A mí la verdad es que no me afectó demasiado que nos quedáramos sin premio de lotería.  Al fín y  al cabo no hacia falta una fortuna para comprar, tebeos, cromos para el resto de mi familia en cambio la estafa significó regresar a la  cruda realidad. 

Capitulo 13 


A finales de los años 60 no había navidad sin Rafael, y no había Rafael sin bronca familiar, cada vez que aparecía en la televisión mis padres y mi abuela suspiraban, y mis hermanos mayores se revelaban. Aun que ahora me cuesta admitir debo confesar que me encantaba Rafael, y no concebía una navidades sin el tamborilero con música de fondo.
Para irritación de mi padre el aguinaldo era una de las pocas tradiciones navideñas que se resistían. Lo peor es que a los innumerables aguinaldos que había que repartir se sumaba ahora la petición de una iglesia cada vez  mas concienciada y eso sin contar todos los gastos extraordinarios de esos días. 
Mis padres cada vez que llegaba noche buena ya se ponían a temblar pensando en la cuesta de Enero que se les avecinaba.  
 Yo no sabia que quería decir la palabra divorcio , ni entendía por que el tío Miguel había venido de Francia sin traer a mi prima Frensua, que por cierto era guapísima. Parece que en vez de traer a Frensua se había traído una novia a la que mi madre debía conocer muy bien porque no paraba de llamarle querida.

 Mucho antes de que los ecologistas empezaran a preocuparse de nuestra fauna. Yo ya estaba jugándome la vida en defensa de los animales. Para mayor orgullo esta vez mi astucia  ya había conseguido derrotar la gula de mis mayores. Estaba seguro de que Moisés estaría oculto entre los matorrales. 

capítulo 14

Como todos los años y como todos los niños, llevaba semanas pensando en la noche de reyes y en los regalos que me iba a pedir. Mi padre me había advertido que de los reyes no se podía abusar y mi madre que lo que pidiera tenia que caber en el armario de mi cuarto. Por si fuera poco con la tele en casa y tanto anuncio de juguetes redactar mi carta a sus majestades se estaba volviendo en una misión imposible.
A mi lo único que me preocupaba en aquel momento era saber si los reyes se habían salvado si con su magia habían vencido los grises. Verdaderamente al verlos subidos en sus camellos echando caramelos y sonriendo a todo el mundo comprendí que contra ellos nadie podía hacer nada ni siquiera el mismísimo Franco.
Y es que aunque les costara creerlo, a "Desi" y a mi padre estábamos ya en el año 69 y los reyes magos no podían ser menos y también se modernizaron no iban a estar toda la vida yendo en camello con lo incomodo que debía ser eso ahora se desplazaban en camines de ultimo modelo capaces de recorrer miles y miles de kilómetros en muy poco tiempo.

A Mi padre debió sorprenderle que apenas hiciera caso a los juguetes que me habían traído y sin embargo echar en falta precisamente lo que no me habían puesto, pero de todos modos con badelman o sin el , lo cierto es que incluso en aquel humilde barrio de mi infancia , eran mucho más generosos con nosotros de lo que  lo habían sido con ellos , coches eléctricos, muñecas que hablaban, futbolines en miniatura ,eran otros juguetes más caros y también más lujosos ,pero seguramente no tan valiosos ,como aquel viejo reloj , que a mí padre le había regalado el suyo , sin embargo yo en aquel momento solo tenía una preocupación, que había pasado con mi badelman , les habría sentado mal el champagne, se habían extraviado nuestras cartas , tendría razón Josete, y seria verdad que los reyes Magos no eran otra cosa que un ensueño

Abel nos había mentido , claro que los reyes magos existían ,faltaría mas , tenían 2000 años ,viajaban a la velocidad de la luz , y podían leer en una noche todas las cartas que les habían escrito todos los niños del mundo. Hoy a pesar de los años transcurridos, sigo esperando su visita , igual que ayer con idéntica emoción, y es que como decía mi abuela ,aunque el mundo sea cada vez más materialista, los reyes magos siempre, acabarán apareciéndose en los seres que creen en ellos.

capitulo 15

Yo no se por que discutían tanto mi padre y mi hermano a mi lo del estado no me preocupaba en absoluto si me daba cuenta de que había mucho revuelo en el país pero estaba seguro que la intervención divina lo iba a solucionar todo. Para algo se había aparecido la virgen el Palmar de Troya.
Cuando Teodoro se presento en casa de sopetón, a mis padres y a mi abuela se les despertaron de repente mil recuerdos que habían intentado olvidar  años después comprendí que el pasado siempre acaba llamando a tu puerta. La verdad es que no entendí mucho de lo que hablaban pero recuerdo como me fascinaba Teodoro. Es verdad que sus ronquidos superaban a los de mi abuela a pesar de eso lo veía como una figura novelesca, una especie de Conde de Montecristo enterrado en vida sin haber cometido crimen alguno. Me costo años entender que Teodoro era una figura bien real otra victima de la tormenta de odio y violencia que habían vivido mis abuelos.
La lección de historia de Toni me había aclarado las ideas, ahora entendía por que Franco era el mejor general del mundo no solo había vencido en España si no que también había derrotado a los moros y se disponía a merendarse a los chinos. No era de esperar que los enemigos como Teodoro se pasaran la vida escondidos.
 Teodoro nos devolvió nuestro pasado y gracias a él y la tenacidad de mi abuela, mis hermanos y yo empezamos a conocer la verdadera historia de nuestra familia. Esa historia de la que nuestros padres nunca querían hablar. Los españoles tenemos un pasado amargo pero no por eso podemos olvidarlo. Porque como decía mi abuela, el que no sabe lo que ha sido, no sabe lo que es.


Capitulo 16

Yo estaba casi seguro de que a Maika le gustaba pero cuando la vi sacarme la lengua y mirarme con tanto asco, comprendí que se había enamorado perdidamente de mi de manera que desde ese instante ya no hice otra cosa que planear el mejor modo de decirle que también la quería.
 Al verla mirarme yo no tuve dudas, Maika y yo estábamos hechos el uno para el otro. Ahora solo quedaba un problema encontrar el modo de verla a solas aunque por mucho que pensé el mejor modo de hacerlo no conseguí dar con un plan de ataque. Esa tarde entendí que no hay nada difícil como decirle a una mujer que la quieres sin hacer el ridículo.
Yo no comprendía como podía ser eso de la policía tirase a alguien por la ventana pero i hermano lo decía con tanta seguridad que durante mucho tiempo cada vez que veía a un gris por la calle, ya me lo imaginaba tirando al primero que le llevara la contraria. Por eso cuando mi padre discutía con Toni aconsejándole que no se metiera en líos de política yo suponía que quería decirle que por si las moscas nunca se acercase a un ventanal.
Pero en 1969 la muerte de aquel estudiante de 20 años hizo que mi hermano se radicalizara aun mas
Y que mi padre pensara que quizá en alguna  de sus criticas, tenia razón.
Aquel invierno del 1969 lo recordare no solo por el terremoto o el estado de excepción sino por que constituyo el primer fracaso amoroso y el gran éxito de mi hermano pero los que realmente vivieron una segunda luna de miel fueron mis padres, que no paraban de sonreírse y darse besos como si de repente hubieran descubierto una vez mas, que se querían infinitamente o como se decía entonces, con locura

Capitulo 17

La fugaz carrera del trio los invasores concluyo esa misma noche después de haber sido derrotados por una niña ya no nos quedaron ánimos para seguir dedicándonos por la canción y la música española perdió a tres grandes promesa.
Había sido solo un sueño estaba claro que los hombres no teníamos la mas mínima oportunidad de ganar nada, no es que yo estuviera en contra de la igualdad de los sexos. Pero el dominio que ejercían las mujeres en mi vida me estaba empezando a parecer excesivo.
Ahora resultaba que el padre de Marta era un jefazo. Mi familia se quedo boquiabierta pero a mi no me impresiono en aquel momento no sabia que era ser un subsecretario ni se me ocurría que pudiera ser un rango mas alto que el de mi padre.
En el fondo mi padre era un soñador había llegado a creer que se habían derrumbado las barreras sociales que ya no existían las clases y hasta podía llegarse a entender con su jefe. Hacia olvidado que la España de 1969 aun era un país dividido un país de vencedores y vencidos

Capitulo 18

 montar en avión en 1969 para la mayoría de los españoles era algo así como vivir en una gran aventura , un sueño. Pero si además era para irte al extranjero, adquiría un sabor épico. Y es que en aquel entonces la mayoría solo conocíamos el extranjero en el NODO y la televisión.
La noticia de que en Londres iban descalzos cayo como una bomba. Los ingleses nos habían quitado Gibraltar pero ahí estaban, descalzos. Franco tenia razón cuando se defendía de los contubernios
Afirmando que este era el mejor país y mas feliz del mundo, no teníamos libertad pero si zapatos.
Que triunfo aun me acuerdo como si fuera ayer, fue mi primera batalla ganada, pero fue también la primera vez que comprendí que cuando se trata de luchar por el amor de una mujer hasta los golpes bajos están permitidos y las maniobras mas traicioneras están justificadas.
De tanto oírlo repetir todos terminamos por creer que nada había bajo el sol mas maravilloso de España. I de pronto iba Inés, se marchaba a Londres y que prefería el extranjero, que le gustaba mas aquello sobre todo algo que repetía mas de media docena de veces LIBERTAD, y yo al escuchar que nos decía en esas letras solo veía a mis padres y a mi abuela tan tristes, que pensé que si había algo malo en el mundo eso era el extranjero especialmente Londres. Por mucho que tuvieran a los Beatles ellos tendrían esos escarabajos peludos, pero nosotros teníamos a Juanito Valderrama y Dolores Abril, sol , y semana santa con torrijas y mil cosas mas que nos hacían diferentes.

Capítulo 19

Don Severiano estaba furioso, yo ya sabia que en el 69 llevar un pecho al aire no estaba bien visto pero a que venia esa furia? Contra esa pobre mujer. ¿Qué habría hecho esa pobre mujer para que don Severiano le tuviera tanta manía?
Había nacido la voz del barrio, un periódico plural aun que era yo el que mandaba libre, al menos hasta esa noche y nada pero nada sensacional de la lista. Estábamos al servicio del pueblo y listos para anunciar las injusticias se iba a enterar don Severiano de quien era la republica.
Desgraciadamente no hubo manifestación ni pancarta contra Severiano ni lanzamiento de huevos contra el colegio. La censura había ganado una batalla y todavía vencería algunas mas en nuestro país. Aquella cosa que se llamaba libertad y de la que no dejaba de hablar mi hermana Inés en Londres empezaba asomarse tímidamente por el norte.
Como en otras ocasiones mis padres se veían obligados una vez mas a adaptarse a la carrera un realidad que cambiaba mas rápido que lo que ellos deseaban. Mi padre tubo que tragarse su orgullo y resignarse a ver como su hija se quedaba en Londres, su Inés había desafiado su autoridad. Para nosotros Londres seguía siendo la ciudad llena de melenudos y discotecas psicodélicas. Pero en la vida de mi hermana aquella ciudad iba a significar un antes y un después tras el cual nada volvería a ser lo mismo.

Capítulo 20

Otro año mas llegaba la semana santa, y aun que para nosotros era un tiempo de vacaciones ya sabíamos que nos esperaba dos días de tremendo aburrimiento. Y es que en 1969 el Jueves y Viernes santo no eran fechas como hoy que se aprovechan para salir de la ciudad y disfrutar de la playa, si no tiempo de recogimiento, tiempo de potaje de bacalao  de saetas y torrijas.
Era durísimo pero no podíamos caer en las tentaciones  y menos sucumbir a los encantos de las chicas por eso y por mucho que nos doliera decidimos imitar a los cristianos primitivos y si no morir devorados por los leones al menos si contribuir al dolor que embargaba al país aceptando con espíritu cristiano el aburrimiento que iba a caernos encima como una losa, y eso que el luto terminaba el sábado.
Resulta que mis padres estaban en pecado mortal y eso me angustio más que otra cosa porque ya les veía en el infierno ardiendo eternamente y todo por besarse en jueves santos cuando podían aguantarse las ganas.


 capítulo 21

Mi hermana Inés al fin había vuelto de Londres además de un montón de ideas se trajo la maleta llena de minifaldas unas telitas que enseguida iban a ser motivos de quebradero de cabeza para mi familia y los vecinos del barrio.
Esos días teníamos que defender el honor de los Alcántara las minifaldas de Inés iban a manchar el nombre de mi familia, y yo acababa de recibir la peor humillación de mi corta vida y teníamos que demostrarle al barrio que con los Alcántara no se juega ahora será una tontearía pero en 1969 la ombría y el honor aun importaba.
A mi me traían sin cuidado los problemas de mi hermana porque la verdad es que no me parecía bien que tuviera un novio ingles. Lo que de verdad me obsesionaba era la humillación que acabábamos de sentir nos habían quitado nuestro camión y a nuestras chicas pero ya estábamos planeando nuestra venganza terrible.
Todos tenemos algún momento glorioso con nuestras vidas. El mío fue la victoria sobre Abel, habíamos recuperado nuestro honor, nuestro camión y nuestras chicas. Durante la siguiente semana viví un momento de euforia sin darme cuenta de que mi familia estaba sumida en la angustia.
Abuelos, ni el mejor golpe de boxeo habrían dejado noqueados a mis padres y yo sin enterarme de nada. Mis padres se debatían entre ilusión y la vergüenza. La ilusión de una nueva vida y la vergüenza que aun suponía en aquella época el embarazo de una soltera. De repente todo parecía  volverse del revés todas las ilusiones por tener hijo universitario se habían esfumado por un instante. Toni estaba a punto de convertirse en un respetable cabeza de familia tan respetable y tan don nadie como mi padre, Mi pobre hermano terminaría como todos en el barrio con dos empleos para poder llegar a fin de mes cargado de hijos  y con la ilusión de que les toque la quiniela y mandar a paseo al jefe.

Capítulo 22

 Lo que me faltaba ahora resulta de que mi hermana estaba embarazada aun que no me extraño mucho la noticia. Porque ya sabia que las mujeres solo pensaban en bodas y tener hijos.
Con razón los de bonanza estaban siempre tan contentos como no tenían a nadie a quien embarazar.
Aun que mis padres no tomaran en serio mis amenazas yo estaba decidido a abandonar el hogar a pesar de mi tierna edad había visto lo que me esperaba y no estaba dispuesto a correr la misma suerte que mis hermanos. A Inés y a Toni les aguardaba un futuro terrible, el matrimonio a mi me esperaban las carreras de Bonanza y la libertad.

Capitulo 23

Por fin ya sabia en qué consistía el problema. En una cosa que se llamaba ovulo y en otra con nombre de detergente, espermatozoide. Pero lo que si recuerdo en que consistía aquellas definiciones, me dejaron como estaba, en ascuas y que por muchas vueltas que le daba no conseguía imaginar que tenían que ver aquellas palabras tan extrañas con los besos y mucho menos, con los hijos.
Nadie me hacia caso, cada día me convertía mas en un cero a la izquierda, y si yo lo sentía por alguien no era por mi, si no por mi hijo, que, en cuanto entendiera un poco se daría cuenta de que su padre, o sea, yo, pintaba menos que nada en la casa de los Alcántara.
Dios aprieta pero no ahoga, yo no había cogido la sortija por robársela, si no porque había oído que las embarazadas tienen antojos y mi obligación era hacer feliz a la futura madre de mis hijos. Pero Maika no estaba embarazada y yo no tendría ningún hijo por mucho que dijera la enciclopedia todo lo contrario.

Capítulo 24

De repente la policía había invadido nuestra casa, nuestras vidas revolviéndolo todo, sacándonos de la cama y dejándonos un triste recado. Mi hermano estaba detenido. A través de la pared de mi cuarto me llegaban las voces de mi madre de mi abuela y de mi hermana, asustadas, aun impactadas y sin acabar de creerse lo que ocurría. Aquella primavera del 1969 empecé a saber de verdad lo que era el miedo.
Estaba claro que vistos mis antecedentes familiares revolucionarios los profesores habían optado por evitar que aquella mancha salpicara la reputación del colegio. De nada serbia mi tercer puesto en el concurso de catecismo a partir de ahora mi vida estaba condenada al ostracismo.
Con Luis fuera de juego y Josete mas preocupado por ir al baño que por su carrera de delincuente empecé a pensar que mi plan perfecto estaba condenado al fracaso pero no podía fallarle a Toni.
Aun tenia el collar y la voluntad de no dejarle en la estacada.
Cuando yo era niño un amigo era mas que aquel chico con el que echabas la tarde jugando a las chapas, decir amigo era hablar de compañero, de socio, de hermano. De nada serbia que frieran a collejas a Josete por salir conmigo o que a Luis le abroncaran por romper las gafas mis amigos siempre estaban a mi lado. Eran tiempos en los que a las palabras amistad, solidaridad y compañerismo, aun tenían sentido entre nosotros.
Yo me imaginaba a mi hermano andrajoso como el Conde de Montecristo y no es que Toni y yo fuéramos la pareja perfecta la mitad de rato la pasábamos peleándonos y la otra ignorándonos. Sin embargo aquella noche sin Toni sin su "duérmete, enano" empecé a sentir su ausencia.
Toni nuestro Toni, estaba por fin con nosotros habían sido solo 48 horas de angustia las que todos habíamos vivido con el corazón en un puño mi hermano estaba por fin con nosotros, saco y salvo. Pero no todos tuvieron esa suerte muchos otros demócratas y luchadores de la libertad pasaron largos años alejados de los suyos por el único delito de pensar diferente.

Capítulo 25

Estaba claro de que mis padres se habían equivocado con Toni y conmigo queriendo que estudiáramos por que quería yo saber la lista de los reyes godos y la tabla del 9 cuando había un montón de millones esperándonos en los toros, en aquel momento ya supe que quería ser torero.
En aquellos tiempos muchos barrios tenían su vaquería un lugar lleno de vacas lecheras. Vacas que eran sacadas para dar un paseo una vez al día procedidas por el sonido de los cencerros, pero a nosotros aquellas cornúpetas inofensivas nos parecieron vitorinos. Esa tarde comprendí que para ser un torero no solo hacia falta valor, había que estar completamente loco.
Después de tantas idas y venidas con bodas que no se celebraban el asunto se resolvió del modo mas inesperado para todos Marta había perdido al niño. Seguramente mas de uno sintió alivio con la noticia   yo me entere esa misma noche cuando mi madre se lo dijo a mi abuela con los ojos enrojecidos. Sin embargo no entendí ni como ni donde podía haberlo perdido y sobre todo no entendí por que no lo buscaban en vez de llorar pero el caso es que ya no iba a ser tío.

 Capítulo 26

A mis hermanos que Franco tuviera el brazo de una monja muerta hacia mas de 3 siglos les daba risa, pero a mi me producía escalofríos de solo pensarlo.
Años después me entere que guardar reliquias y huesos de muerto  no era afición del generalísimo y si no que le pregunten a los rusos que en plena Plaza Roja tenían a la momia del mismísimo Lenin.
Los que tienen abuela, no saben lo que tienen a pesar de que repitan mucho las cosas y se pongan pesadas no fue aquella la primera vez que mi abuela me echo una mano, ni la ultima unas veces ocultando mis barrabasadas y otras como aquella noche cenando dos veces tortilla para que mi padre no me la hiciera comer a la fuerza.
En aquel tiempo no podía ni imaginarme que un libro de familia fuera tan importante, pero es que entonces era una especie de salvoconducto para aquellas parejas que querían pernoctar en un hotel, en un hostal o hasta en un hostal de mala muerte. Y es que en primavera de 1969 en los días en que las huelgas empezaban a llenar el paisaje y la moral y las buenas costumbres estaban hasta en la sopa, mas de una pareja de recién casados vio truncada su primera noche precisamente por haberse olvidado el dichoso libro de familia para que luego se diga que cualquier tiempo pasado era mejor.

Capítulo 27

Cuando yo era pequeño no existían los juegos electrónicos ni Iinternet, aunque les parezca mentira podíamos vivir sin teléfonos móviles ni ordenadores y tan solo un canal de TV. Pero los niños de los 60 teníamos un lujo que no tienen los de ahora, grandes espacios para jugar al aire libre. En las ciudades aun quedaban descampados para cazar lagartijas, jugar a las chapas y a las canicas, para imaginar y construir nuestro propio mundo.
Ahora que somos tan europeos y liberales tener un novio extranjero se lleva con mas naturalidad pero en aquella época era un problema grave y si encima el novio pedía en la calle tocando la guitarra el problema se convertía en una tragedia.
 Habíamos ganado una batalla pero la guerra contra los constructores estaba perdida. Pocos años mas tardes nadie sabe como, nuestro descampado dejo de ser zona verde y se convirtió en un gran bloque de viviendas, ahora los niños de mi barrio juegan en un diminuto patio de cemento bajo el que están sepultadas mis chapas, mis peonzas y mis canicas, todos los juegos y todos los sueños de mi infancia.


Capítulo 28  

Cuando yo era niño los abuelos eran una parte esencial de nuestras vidas. Cuidar de nuestros mayores aun se consideraba un deber, pero en los años 60 todo empezó a cambiar. El país crecía, las viviendas se encogían y todos nos hacíamos un poco mas egoístas los viejos estaban empezando a sobrar.
Mi abuela podía disimular todo lo que quisiera pero yo sabia perfectamente los oscuros motivos que se ocultaban tras su nuevo peinado, ella como si nada haciendo ver que era la abuela hogareña y bonachona como siempre. Yo estaba empezando a sospechar que todas las mujeres eran iguales.
En los años 60 las familias españolas empezaron a deshacerse de sus mayores muchos no pudieron adaptarse a la soledad del asilo, otros supieron iniciar una nueva vida. Yo tuve la suerte de tener una abuela en casa, una abuela que me ayudo a crecer me enseñó a vivir y me demostró que nunca es tarde para bailar.

Capítulo 29

En aquella primavera a todo el barrio le pilló por sorpresa el famoso crimen de la tinaja, yo solo había visto muertos en las películas. Pero de repente en nuestro descampado aparecía uno, y encima metido en una tinaja y eso si que nos puso los pelos de punta porque una cosa es verlo en una película y otra sospechar que teníamos a uno en el barrio. Por eso mis amigos y yo nos propusimos a encontrar al asesino antes de que se cargase a otro.
Conseguir pasaporte no era moco de pavo en 1969 había que presentar un montón de papeles y al final si te lo daban te ponían un sello que decía: "Prohibido para viajar a Rusia y países satélites" y yo durante mucho tiempo pensé que los países satélites estaban en la Luna o en Marte.
Por mucho que dijeran a mi aquel asesino se me parecía a Mike era calcado por eso no había venido a dormir porque seguramente se había pasado la noche matando personas metiéndolas en tinajas lo único que nos faltaba. Inés enamorada de un autentico asesino ingles, desde ese momento el novio de mi hermana se convirtió en el principal sospechoso.
Aquello no lo entendí bien, pero lo que si entendí es que si te detenían, te la habías cargado. Y es que en 1969, con pruebas o sin ellas, si la policía te encerraba ya no te quitabas el sambenito de asesino en la vida por muy inocente que fueras.
 Cervan y todos los demás finalmente pudieron demostrar que su relación con el crimen de la tinaja se limitaba a la necesidad de sofocar los rigores de calor. El tiempo fue pasando sin que ni nosotros, ni la policía a pesar de que el redimen dijera que era la mejor del mundo diera pie con bola. Y ese fue un caso de los mas sonados de entonces porque aun hoy muchos años después sigue siendo eso un misterio.


Capítulo 30

A veces el que me mareaba era el propio don Severiano. Ahora resultaba que los rusos nos querían matar a base de guerras frías y los americanos que nos habían robado Cuba y las Filipinas eran los buenos al final iba a resultar que el que tenia razón era mi hermano.
En casa siempre decíamos que Toni era el cabezón de la familia pero hasta ahora había librado de pequeñas batallas comparadas con la que le venia. Una guerra sucia y desigual.
Como a mi hermano le habían lavado el cerebro en la universidad no se daba cuenta de la amenaza que se cernía sobre la humanidad.
30 años después de que se acabara la guerra, aun se encontraban bombas en lo que había sido el frente de batalla. Vestigios de una guerra que recordaba la barbarie y la sinrazón y las armas, aquel sueño borró de golpe mis deseo infantiles de convertirme en soldado o morir por la Patria.
Mi hermano sólo aprobó romano tras agotar todas las convocatorias y con un tribunal especial. Fue una venganza meditada pero de todos modos la inquina de un profesor se borra con los años. En el recuerdo queda la gloriosa mañana en que don Leopoldo prócer del redimen y catedrático de romano, subió a un coche adornado con todos los colores del arco-iris.

Capítulo 31
En el verano de 1969 todas nuestras miradas buscaban un punto perdido en el firmamento a 384.400 kilómetros de la Tierra. En algún lugar de la infinidad espacial 3 hombres viajaban de camino a la Luna embutidos en una pequeña lata de sardinas llamada, Apolo XI. El mundo entero desde Nueva York a Karachi, pasando por nuestro barrio se sentían cerca aquellos astronautas que iban a ser los primeros en pisar la Luna. Ese verano del 1969 íbamos a ser testigos del gran acontecimiento de la historia de la humanidad. 
No había caído en la cuenta que hasta los objetos mas horribles cuando desaparecen terminan siendo echados en falta por las abuelas. Mi abuela para los jarrones por horrible que fueran  tenia memoria de elefante.
 En unos días en que España lo más que podía pasar era que el Real Madrid ganara la copa o que el Caudillo había vuelto a pescar un atún gigantesco. Nosotros mirábamos embobados a aquellos astronautas con la boca abierta casi con ganas de llorar ahí estaban caminando despacito nada menos que por la Luna a cientos de miles de kilómetros de la Tierra, fue un día que no olvidare jamás.

Capítulo 32

Los astronautas regresaron de la Luna después del viaje mas sonado de la historia. Mientras los Alcántara íbamos a emprender otra aventura. Hay que reconocer que nuestras primeras vacaciones en la playa no iban a significar un avance para la humanidad, pero para nosotros era un sueño echo realidad. Al fin, íbamos a conocer el mar.
Eso eran despedidas y no las de ahora, hoy que somos los que se llama ciudadanos de un país desarrollado no paramos de hacer turismo y cuanto mas exótico mejor. Visitar la selva de Borneo o el desierto del Gobi sin toparse con turistas españoles  es practicante imposible, pero en aquella época pasarse las vacaciones en Benidorm ya era todo un acontecimiento que despertaba la admiración y la envidia de todo el barrio.
La verdad es que en ese momento muy pocos españoles hubieran apostado por el futuro de la monarquía. Mi hermano y tantos otros lo veían como un anacronismo, ni siquiera mis padres estaban convencidos de que la Corona pudiera darnos un futuro estable después del franquismo. Ese 22 de Julio de 1969, ni el mas optimista hubiera pronosticado que la democracia se consolidaría bajo la monarquía que Juan Carlos I nos iba a sacar de más de un aprieto.

Cuando quiero recordar momentos felices de mi infancia, miro las fotos de mi familia sentada alrededor de esa primera paella junto al mar, habíamos cumplido un sueño, es verdad que el futuro era incierto  y que mi familia seguía dividida entre los miedos de mis padres y los anhelos de mis hermanos, pero esa tarde de verano atiborrados de arroz y de felicidad el futuro nos parecía muy lejano. 



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