lunes, 16 de marzo de 2020

temporada 20


Temporada 20

Capítulo 1

Aquellas cartas que me enviaba mi familia son para mi lo mas parecido a una patria. Leerlas entonces me hacia sentir parte de algo. Hoy, 30 años después me sigue pasando lo mismo. En España, aquel año. El PSOE de Felipe González se quedo a las puertas de la mayoría absoluta por delante de los renovados partidos de José María Aznar y Julio Anguita. 1989 fue el año en el que Cela gano el Premio Nobel., Salman Rushdie fue condenado a muerte por sus versos satánicos y murieron Dalí y la Pasionaria Bette Davis y George Simenon. Aquel año pasó como un suspiro por mi vida y la de mi familia. Los 90 nos estaban esperando a la vuelta de la esquina. Una década donde una nueva generación se abría paso a codazos. La generación de mi hermana María, la generación que tiene en sus manos el futuro del mundo. 


Capítulo 2

El nueve de Noviembre de 1989, se produjo lo que pasó a la historia como caída del muro.
Hasta ese momento, y desde 1961, Berlín había sido una ciudad dividida por una frontera de piedra que de la noche a la mañana la partió en dos. Dejando aislados a uno y otro lado, familias, parejas, y amigos. Un muro de la vergüenza, cuya caída parecía presagiar una nueva era. En ese momento histórico las mujeres y los hombres de buena fe que poblábamos la tierra, nos sentimos invadidos por un sentimiento de esperanza.

Desde el principio de los tiempos los hombres creamos muros para protegernos. Tenemos tanto miedo, que trazamos fronteras y levantamos barreras. A veces, esas barreras somos nosotros mismos. 
¿Por qué nos empeñamos en ser un ladrillo más en ese muro que separa personas ideas y naciones
No hay nada más peligroso que un hombre que tiene miedo. Ni mas perverso que un país que tiene miedo, ni mas terrible que un mundo que con el miedo, justicia los muros que construye. El filosofo dijo; "convierte tu muro en un peldaño"



Capítulo 3

Entre hombres y mujeres hay una guerra no escrita que a veces provoca mas dolor y mas heridas que las guerras de verdad. La que empezaron a lo tonto mi hija y mi yerno el 5 de diciembre de 1989 es la peor de todas y esta por ver cuando va a terminar. 


Capítulo 4

"¿Es posible que 12 segundos puedan cambiar nuestras vidas?"
12 segundos bastaron para que un simple despiste provocara un escandalo nacional en ese fin de año de 1989. Cuantas cosas importantes que marcan la década de los 90 ocurrieron en apenas 12 segundos. Se abrieron ventanas, se revolucionó la informática, la tecnología, la ciencia, la genética mientras otras cosas se resistian a evolucionar.
Cambió el cine, cambió la cultura, cambió la política internacional. Fue una decada excitante en la que todo subia y bajaba a ritmo de vertigo. En España, al fin, puso se reloj a la hora de la historia, mientras la historia nos enseñaba que lo malo siempre es susceptible de empeorar. Vimos caer bombas en una guerra retransmitida en directo, vimos caer imperios, vimos surgir figuras de lo mas peculiar. En la década de los 90 nada cambió como había empezado. Cambió el gobierno, cambiaron nuestros hábitos de comunicación, cambió la manera de enriquecerse. La cultura de pelotazo llego a su cénit, igual que la prensa rosa, teñido de negro una noche de verano en un túnel de París.
En los 90 perdimos grandes personalidades, perdimos la inocencia, perdimos vidas de la manera más cruel en manos de terroristas, pero no perdimos la esperanza de poner fin a la sinrazón de la violencia. Yo empecé el año 90 muy lejos de los míos, pero muy pendiente de lo que pasaba en mi casa. El 9 de enero recibí las primeras cartas del año, una de mi hermana María.
Mi padre también me escribió para felicitarme el año y le note mas en forma que nunca.
Mi madre como siempre preocupada por mi, también me escribió.
¿Acaso sabemos explicar lo que nos da miedo de nosotros mismos?

  • 12 segundos bastan para que un padre sienta que su hijo puede ser un obstáculo
  •  Bastan 12 segundos para que la mujer de tu vida empiece a pensar en salir de tu vida.
  • 12 segundos bastan para darte cuenta, de que estas tropezando otra vez con la misma piedra, y en 12 segundos puedes arruinar el día que te espera.
  •  Solo necesitamos 12 segundos para pedir ayuda
  • 12 segundos fueron suficientes para que una idea empezara a tomar forma en la cabeza de mi padre.
  • 12 segundos bastan para que nos sintamos perdidos, dentro de nosotros mismos.

 Mi hermana María se leyó de cabo a rabo "El azar y la necesidad de Jacques Mano , pese a que no entendió ni una sola palabra, ese fue uno de los mayores actos de amor de su vida.
Mi hermana Inés, también tenia en la cabeza ofrecerle a Marcos un acto de verdadero amor pero para eso tenia que superar, sus celos su envidia y su miedo a perder el control.
Mi hermano Toni se movía entre el amor a su hijo y la culpa de no saber si la llegada del que estaba esperando dejaría espacio para todos.
12 segundos, una cuna y una necesidad imperiosa de sentirse querida, le bastaron a mi madre para preparar la gran campanada que nos dejaría a todos temblando.

Capítulo 5

Decía Eduardo Galeano, que vivimos en un mundo gobernado por el miedo el miedo manda, el poder come miedo:
Si usted ama, te tendrá sida
Si fuma, tendrá cáncer
Si respira, contaminación
Si bebe, tendrá accidentes
Si comes, tendrás colesterol
Si siente, tendrá soledad
Si piensas tendrás angustia
Si duda, tendrá locura
La vida comienza donde termina el miedo, el miedo limita paraliza atrapa y empequeñece nos roba vida, y mi padre experto en levantarse
en cada caída hubiera hecho muy buenas migas con los credos de osho, ahora tenía quince horas para darle la vuelta a la tortilla, cualquier otro
se hubiera rendido, pero el no, era una simple cuestión de huevos.
Es el tiempo del miedo, los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo, los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados. Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo, miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo a la mañana sin pastillas para despertar. Miedo a lo que fue, miedo a lo que será, miedo a la soledad y miedo a la multitud. Miedo de morir miedo de vivir. Para mi madre miedo de romper en pedazos la imagen de su único amor Antonio Alcántara.



Capítulo 6 

Nuevos aires en los 90, un chaval desnudándose delante de las vecinas de San Genaro. Las despedidas de soltera se ponían al mismo nivel gamberro de las despedidas de soltero. Fue la lúdica manera de decir en voz alta que a las mujeres también les gusta mirar. Aunque algunas como mi madre esa noche, miraban mas lejos miraban mas hondo.
En febrero del 90 se casaban Clara y Santos y todo el barrio de San Genaro andaba revolucionado. Ese mismo mes, Antonio Alcántara y Mercedes Fernández habían cumplido 42 años de casados que se dice pronto. Y a los Alcántara nada nos hacia presagiar la revolución  que se nos avecinaba.
Mi hermana Inés afrontaba su curso de actuación tal vez con la idea de aprender a preparar de una vez por todas su propio papel en la vida. Esa función diaria que siempre se le terminaba por torcer.
Mi Toni, enfrascado en su sueño de ser un gran periodista, en su afán de explicar el mundo seguía fundido con la historia.
Y mi abuela bastante tenía con seguir su larga historia. Ninguno de nosotros supo ver lo que se nos venía encima.
Quizás yo percibí algo extraño en las ultimas cartas de mi madre. Quizas Inés detectó algo en sus ultimas conversaciones telefónicas con ella. Quizás Toni sintió que la había dejado demasiado al margen del embarazo de Deborah. Quizás María se dio cuenta de que se despertaba varias veces todas las noches. Quizás la abuela fue la primera en verlo y pensó que su hija y su yerno necesitaban la ayuda de Dios.
Nadie lo vio venir: ni mi padre ni mis hermanos ni mi abuela ni los vecinos. Nadie.
Para todos nosotros la historia de amor de mi madre y mi padre era algo tan sólido como la roca, tan indestructible como el diamante, tan fuera de toda duda, como que la noche sucede al día. Después de tantas crisis, tantas discusiones. Después de haber superado, lo que parecía imposible nadie tenía la menor duda de que Antonio Alcántara y Mercedes Fernández estarían siempre juntos . Y cerramos los ojos y nos tapamos los oídos y miramos hacia otro lado porque pensábamos que es mejor ignorar que sufrir. ¿Era mejor ignorar que sufrir? Quizás si lo vimos venir, pero la simple idea de asumir que eran personas y no solo nuestros padres daba tanto miedo que preferimos no verlo. Lo más importante, lo más esencial siempre nos pilla por sorpresa.   

Capítulo 7

La vida es ese accidente que pasa entre que naces y mueres, un cúmulo de acontecimientos arbitrarios e impredecible, una cadena de casualidades y caprichos del destino cuya única razón de ser tal vez resida en los afectos de la gente que quieres y te quiere. En efecto, querer y ser querido da sentido a la vida, pero ¿ qué es el querer?
Para mi padre el querer siempre fue muy parecido al tener, algo que hacia por sus seres queridos pero sin contar con sus seres queridos. Un acto de generosidad que a veces se parecía mucho al egoísmo. Y es que, simplemente, la familia éramos su cosecha como los viñedos.
Cuando el amor se torna en desamor, todo nuestro mundo amenaza con derrumbarse. Así estábamos ese domingo de Carnaval amenazados de derribo, pendientes de un hilo, haciendo equilibrios para no despeñarnos. Sin saber quizá, que a veces no hay como dejarse caer para mantenerse en pie. 


Capítulo 8

El 25 de febrero de 1990 fue un domingo como otro cualquiera para la mayoría. Las personas se levantaron, pasaron por el baño, salieron a la calle se fueron de excursión, comieron, fueron al cine o simplemente se quedaron en casa tumbados en el sofá.
Sin embargo, para la familia, ese domingo no fue un domingo más. Fue otra cosa.
Fue un portazo, una puerta que se cierra, como la que cerró Nora hace 140 años, al final de "Casa de muñecas".

Capítulo 9

Decía Antoine de Saint-Exupéry, el autor de "El principito": 'Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección'. El 26 de febrero de 1990, mis padres miraban por separado en direcciones opuestas.

 'Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección. Si las miradas de mis padres volvieran a juntarse o no alguna vez, todavía era un enigma para todos. Lo que estaba claro que en aquella fría noche de Febrero, ambos se entregaron al sueño mirando al futuro en direcciones opuestas.

Capítulo 10

El 6 de Marzo a las siete de la tarde, bajo el signo de piscis llegó una nueva Alcántara al mundo y se llamó Sole, y vivió sus dos primeros meses en una incubadora. Ese mismo día fue descolgada la enorme estatua de Lenin que presidia el centro de Bucarest. Ese mismo día el PP y los colegios religiosos amenazaban con movilizaciones contra la reforma educativa. Ese mismo día el juez Baltasar Garzón archivó la querella interpuesta contra el dibujante del diario "YA" Ramon, imputado por presunto delito de injurias al cambiar en una viñeta el nombre del Tribunal constitucional, por Tribunal Prostitucional. Ese mismo día mi hermana María lloró amargamente con la trágica historia de Joe Bonham. Un joven soldado de la I Guerra Mundial, que despertó en la cama de un hospital, sin brazos, sin piernas, sin cara, sin esperanza. Ese mismo día fue como muchos, días, jun día de huelgas, denuncias, desacuerdos, guerras, un día en el que nació una criatura muy pequeña e indefensa que esperaba un mundo mejor.
Ese mismo día la familia Alcántara, cerró el capítulo mas importante de su historia, y eso nos dejó a todos mas descuartizados que el pobre Johnny que cogió su fusil en la película de Dalton Trumbo.


Capítulo 11

¿Que son nueve meses? Ni siquiera un año, nueve meses dura un embarazo, nueve meses son tres estaciones, nueve meses son con mucha suerte 2 pagas extras. Nueve meses llevaban separados Mercedes Fernández y Antonio Alcántara. Es asombroso lo mucho que pueden sorprenderte tus padres a medida que te vas haciendo mayor. Los míos después de cortar marras se dedicaron en cuerpo y alma en demostrar que no se necesitaban el uno y el otro. Mi padre alquiló el taller de Ramon para ampliar el negocio y con Santos y los demás, sumaron esfuerzos para darle un empujón definitivo a viajes Milano. Y para ello, fletaron autocares, contrataron personal cualificado, pidieron créditos, hipotecaron sus bienes y se pusieron a merced de su banco como tantos españoles. La iniciativa de organizar viajes para visitar las obras de la expo, fue un éxito desde el primer momento, y cada martes y jueves salían los autocares completos rumbo a Sevilla. Pero eso solo fue el principio, porque el catálogo solo se abrió con circuitos por España. Era la década prodigiosa no había fronteras para los emprendedores que iban a colocarnos en la cumbre el año 1992, y Antonio Alcántara aprovecho sus primeras vacaciones de separado para hincar el diente en el nuevo destino que ofrecer a los clientes.
Mi madre no se había quedado atrás, lo había apostado todo, construirse una vida nueva y fue a por ella. Lo primero que hizo fue invertir 400 mil pesetas en poner al día su casa.
Lo segundo que hizo, fue venir a vernos a Nueva York, y lo hizo sola, algo que le llenó íntimamente de orgullo, aquí están sus fotos con Olivia, y aquí las fotos que la pequeña Olivia nos hizo a los tres, pero fue paseando por la gran manzana cuando Mercedes tuvo una revelación que sería trascendental su nuevo negocio, y así fue como nació MF la marca  y linea de ropa para todo tipo de mujeres. El mismo día en que la gasolina subió 19 pesetas el litro y Sadam Husein llamó a los musulmanes para la guerra santa, las primeras creaciones de Mercedes debutaron en los escaparates de una de las mejores tiendas de la ciudad. Durante todo este tiempo María empezó sus estudios de medicina en la universidad, Inés se sacudió a la tristeza de encima. Toni se cansó de  cambiar pañales. La abuela siguió con su salud de hierro. Mercedes y Antonio dejaron prácticamente de hablarse aunque se siguieron observándose de reojo. Las comidas y celebraciones entre familias desaparecieron, pero aun que ninguno  de nosotros quería que la navidad llegara ese año. La navidad llegó y lo hizo a lo grande. Dios necesitó 6 días para crear el mundo, nuestra familia necesitó solo uno para aborrecer las fechas más entrañables del año.


Capitulo 12

Aquella noche vieja de 1990 mis padres no vivieron una tragedia si no una cosa muy distinta fueron involuntariamente los protagonistas de una comedia de enredo con equívocos, pasiones, celos y amor una comedia de enredo para una pareja que después de 40 años de matrimonio se había convertido en cualquier cosa menos convencional. La comedia siguió representando en un coche aparcado en la colonia de "El Viso". Por suerte en las comedias de enredo, siempre hay un pareja que vence a las dificultades, abre una brecha de esperanza y nos brinda un final feliz.


Capítulo 13

¿Te acuerdas de donde estabas la madrugada del 17 de enero 1991? El día D de la primera guerra del Golfo, los Alcántara no estábamos juntos, pero todos estábamos haciendo exactamente lo mismo. Bajo el lema "está pasando, lo estás viendo" millones de personas en todo el mundo vimos la llamada "madre de todas las guerras" sentados en nuestros cómodos sillones. Un infierno en directo contado con una fría y aséptica estética de videojuego que convirtieron un conflicto armado en un espectáculo televisivo.

Todo empezó hace casi 30 años ¿Dónde estábamos entonces? ¿Dónde seguimos ahora?
Dice el refrán que en el amor como en la guerra, todo vale.
Cuando nos atrevemos a amar de verdad somos como los soldados en guerra. Llenos de miedo avanzamos a ciegas a un territorio desconocido sin ninguna garantía de un final feliz.
Amar es un riesgo pero que sería de la vida si no tuviéramos el coraje de arriesgarnos.
No hay rendición más dolorosa que la de dejar de querer aun queriendo. No hay peor derrota que darse por vencido

Capítulo 15

El afán de crecer es un motor de cambios en la vida de los jóvenes y una fuente de desencuentros entre hijos y padres. Que los hijos no crezcan nunca es una fantasía en la que viven instalados muchos padres, el tiempo corre y nuestros hijos crecen inexorablemente y ocurre tan deprisa que nos quedamos helados porque no estamos preparados para ver mujeres y hombres donde antes habían niñas y niños .
No hay nada que nos produzca más vértigo que ver crecer a nuestros hijos, ver cómo marcan distancias, cómo se equivocan, cómo nos miran cuando sienten que les juzgamos, como nos exigen que no nos metamos en su vida porque esa vida ya no tiene nada que ver con la nuestra.
El afán de ser mayor es un motor de cambios en la vida de los jóvenes y una fuente de desencuentros entre padres e hijos.
Pero la verdad por muy lejos que estén por mucha distancia que haya puesto entre nosotros y ellos, hay algo que un hijo consigue que recuerdes cada día: Que estas vivo.
Con más o menos fuerzas, con más o menos confianza, con miedo, ánimo, alegría, tristeza, esperanza. Nuestros hijos nos recuerdan que estamos vivos y eso, nos hace seguir.




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